miércoles, 20 de junio de 2018

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viernes, 8 de junio de 2018

CARTAS MUJERES DEL 27

JOSEFINA DE LA TORRE




MARÍA ZAMBRANO




MARÍA MOLINER 




CARMEN BURGOS


MARUJA MALLO


MARGA GIL ROËSET


CARMEN LAFORET DÍAZ




ROSA CHACEL


CONCHA MÉNDEZ




ERNESTINA DE CHAMPOURCÍN


MARÍA TERESA LEÓN




PRESENTACIÓN MUJERES DEL 27

martes, 22 de mayo de 2018

PODCAST AUTORES GENERACIÓN DEL 27


RAFAEL ALBERTI



PEDRO SALINAS



LUIS CERNUDA




FEDERICO GARCÍA LORCA

INFORMACIÓN PEDRO SALINAS

INFORMACIÓN LORCA

INFORMACIÓN LUIS CERNUDA

INFORMACIÓN ALBERTI

COMENTARIO CRÍTICO "AMOR Y MUERTE"


“Noches Lúgubres” es un texto en el que no hay intención didáctica, todo lo que encontramos son sentimientos, en especial, el amor y la muerte. La obra parte cuando un desdichado hombre acude al cementerio para desenterrar a su fallecida amada, para llevársela a casa y suicidarse junto a ella.  En esa época se encuentra la idea del amor más allá de la muerte, ya que la muerte no resultaba un impedimento para seguir amando. Esto llevaba a que el hombre, tras sufrir de amor por la pérdida de su amada, prefiriese suicidarse para ir junto a ella, antes que seguir viviendo en un mundo lleno de dolor. Así pues, el romanticismo es la época en la que más suicidios ha habido, pues casi todos los jóvenes acababan muriendo trágicamente.

En la actualidad, tenemos otra forma de afrontar estos problemas y, por suerte, el número de suicidios se ha reducido considerablemente. Es cierto que perder a una persona importante en tu vida es algo que cuesta mucho superar, pero se supera, con la ayuda del amor que te pueden brindar otras personas que aún siguen estando a tu lado. Quizás esto suene incomprensible para algunas personas que acaban de perder a alguien especial, pero el perder a una persona, no significa perderlo todo, siempre te quedará alguien o algo más por lo que seguir adelante. En estos casos, en los que no sabemos ver más allá de los problemas que tenemos y de nuestro sufrimiento, es cuando necesitamos a alguien que nos haga ver que no todo es tan malo como pensamos, que aunque no estemos pasando por buenos momentos, siempre hay alguien que lo está pasando peor que nosotros.  

¿De verdad pensáis que acabar con vuestra vida es la mejor forma de solucionar los problemas? Déjame decirte, querido lector, que no, que tomar el camino fácil es de cobardes, y esta vida está hecha para valientes. Igual que hay personas que se van, también hay otras personas maravillosas que entran a nuestra vida, y tenemos que estar abiertos a ellas, abiertos a brindar amor a alguien más y estar dispuestos a recibirlo. No es bueno aferrarnos a quien no va a volver, y por aceptar a alguien más, no traicionas a esa persona que se fue. Es ley de vida, unos se marchan y otros llegan para quedarse.


                             

LA GENERACIÓN DEL 27



TEXTO EXPLICATIVO VANGUARDIAS

QUIZZIZ VANGUARDIAS


    QUIZZIZ VANGUARDIAS



PRESENTACIÓN VANGUARDIAS

PODCAST ENTREVISTAS VANGUARDIAS


DE LA SERNA




VICENTE HUIDROBO





LAS VANGUARDIAS



ENTREVISTAS VANGUARDIAS


NOELIA GARCÍA- DE LA SERNA


 MANUEL JESÚS – VICENTE HUIDROBO


                                               Entrevista Vanguardias Ramón Y Chichu

jueves, 19 de abril de 2018

COMENTARIO CRÍTICO "CELOS"


                                      CELOS: ¿AMOR O POSESIÓN?

         Desde hace mucho tiempo, y a día de hoy, todavía hay personas que consideran los celos como algo bueno en una relación, y que se excusan bajo los típicos “tiene celos por miedo a perderme” o “es normal que sea celoso porque me quiere solo para él”. Pero, ¿realmente creéis que los celos son parte del amor? ¿Qué son buenos?

Al principio puede parecer que sí, que los celos son pruebas de amor y que reflejan el miedo a perder a una persona. Bajo mi punto de vista, no son malos mientras se tiene control sobre ellos, es decir, son “buenos” hasta cierto punto. ¿Cuál es el problema? Que no todas las personas tienen un límite, ni tienen control sobre ellos, y esto, muchas veces, ocasiona que los celos lleven a la posesión, a querer controlar a tu pareja, a atarla a ti. Y lo peor de todo, es que esas personas no son capaces de reaccionar y cambiar su comportamiento, de ahí que muchas relaciones acaben llegando a su final.

        Si comparamos las relaciones de hoy en día con las de antiguamente, podemos ver que han dado un cambio radical. Seguramente la mayoría de vuestros abuelos os podrán asegurar que llevan con su pareja toda la vida, desde niños hasta ancianos, pues hace años esto era muy común. Sin embargo, actualmente, cuesta mucho encontrar parejas estables y que no se rompan al cabo de unos meses. Quizá por desigualdades o por desamor, pero también los celos y la posesión es un factor que no podemos descartar.

        Y la cuestión es… ¿por qué sentimos celos? Es cierto que a veces, por circunstancias de la vida, es inevitable sentir celos, pero también hay veces en que los sentimos sin tener motivo alguno. Con lo fácil que es confiar en tu pareja, y con los problemas que la confianza puede evitar, es una pena que no todas las parejas la sientan. Tal vez, muchas personas deberían aprender que el amor es libertad, no posesión. Es mucho más bonito dar espacio y libertad a tu pareja, y que ella esté a tu lado por decisión propia, que tener que recurrir a la posesión para mantenerla a tu lado. Creedme, si vuestra pareja os quiere realmente, os va a respetar y pudiendo marcharse, siempre va a querer volver a vosotros, estar a vuestro lado. Y si no lo hace, quizá sea ese el momento de pasar página, pero nunca, querido lector, te dejes llevar por los celos, porque en la mayoría de los casos no demuestran amor, sino posesión.

viernes, 13 de abril de 2018

NOTAS CORNELL REALISMO Y NATURALISMO


REALISMO Y NATURALISMO


-Realismo y Naturalismo (2º mitad siglo XIX): destaca por la revolución de 1868, (La Gloriosa)
-Surge a causa del deterioro social, político y económico de España.
-Tras la expulsión de Isabel II, pasa al trono Amadeo I de Saboya (1871-1873).
-Surge 1º República (1873), duró un año por el descontento de la sociedad.
-Vuelve la Monarquía a mano de Alfonso XII (1875-1885). Muere, Alfonso XIII no puede gobernar por ser menor de edad.
-Regencias María Cristina, hasta 1902.

-Sociedad:
+La burguesía capitalista: se consolida y pasa a ser más conservadora.
-Movimientos obreros: surgen con la publicación del Manifiesto Marxista (1848).

-Pensamiento: 4 corrientes filosóficas:
+Positivismo: solo acepta como verdadero lo que se descubre por la observación rigurosa y la experimentación.
+Determinismo: se centra en la idea de que el destino del hombre está marcado genéticamente y por el medio social en el que está.
+Krausismo: no acepta el autoritarismo. Se dedica a estudiar la esencia de cada nacionalidad.
+Marxismo: 1º movimiento obrero que aboga por la lucha de clases y la revolución obrera para acabar con el modelo socioeconómico burgués.

CARACTERÍSTICAS LITERARIAS REALISMO Y NATURALISMO

Realismo:
-Intenta reflejar la realidad con exactitud y objetividad imitando el método científico.
-Novela verosímil - se consigue con la descripción de los ambientes y el carácter psicológico de los personajes
-Reaparece la idea de un arte útil – contribuir con el cambio de la sociedad, acabar con las lacras sociales.
-Novelista omnisciente, con sus comentarios intenta influir en la opinión del lector / Cronista – desaparece.
-Los personajes pertenecen a la burguesía.
-Estilo natural - lenguaje coloquial que se adapta a cada personaje.

Naturalismo:
-Corriente iniciada en Francia por el novelista Émile Zola.
-Basada en los métodos de las ciencias experimentales y en el determinismo – el comportamiento de los personajes está fijado por problemas físicos y psíquicos hereditarios o sociales.
-Novelas extensas y de poca acción.
-Descripciones objetivas y minuciosas - se muestran las condiciones de vida del proletariado.
-Preferencia de personajes colectivos - representan grupos sociales como los obreros, la mina
-Personajes individuales con malformaciones físicas o taras psíquicas.
-Léxico científico acompañado de jergas, dialectalismos, y un lenguaje popular y coloquial que se adapta a cualquier tipo de personaje.

ESCRITORES
-Pérez Galdós: escritor – comenzó con derecho y descubrió que su verdadera vocación era escribir.
-32 novelas, 46 episodios nacionales, 24 obras de teatro y una gran variedad de prólogos, artículos y cuentos.
-Uno de los escritores más representativos de este periodo.
-Creía en el principio ilustrado - la literatura se podía modernizar a la sociedad - la educación era el principal motor para que el país pudiese avanzar.
-A pesar de las críticas que recibió por parte de los escritores del 98, puso el germen de muchas de las preocupaciones que se darían en esta generación.

Naturalismo de Galdós:
-Sus obras no muestran el pesimismo ni los aspectos más sórdidos de la sociedad.
 -Se demuestra cómo la herencia y el ambiente intervienen en la conducta humana, al igual que el azar, la voluntad y los ideales.
-El estilo destaca por su lenta acción.
-Numerosas digresiones y descripciones minuciosas.
-Narrador omnisciente y subjetivo, nos muestra lo que sienten los personajes, y nos cuenta con humor sus comportamientos.
-Caracterización psicológica indirecta que se muestra mediante diálogos, monólogos interiores, sueños…
-Se utilizan varios niveles de la lengua y registros en función de cada personaje.

-Leopoldo Alas Clarín: empezó estudiando derecho y terminó siendo escritor.
-Intelectual de ideas liberales - denuncia la injusticia y la corrupción política de la Restauración monárquica.
-En sus obras se muestra crítico hacia los defectos de la burguesía.
-Obra más destacada: La Regenta - se utiliza la técnica del análisis psicológico adaptado a los personajes principales.
-Distribuida en dos partes: 15 primeros capítulos que destacan por su descripción - narrador omnisciente que nos cuenta cómo es la ciudad y cómo son sus habitantes - refleja la complejidad psicológica de éstos / 15 capítulos que destacan por su narración - se desenvuelven los acontecimientos que llevan a un final devastador - la protagonista se desmaya al ser despreciada por todos los sectores sociales.
Temas: La herencia familiar, la frustración y la sociedad - determinan la actitud de los personajes.

lunes, 19 de marzo de 2018

SOUNDCLOUD "EL MONTE DE LAS ÁNIMAS"


Enlace a Souncloud a la recitación de la leyenda "El Monte de las Ánimas", junto a mis compañeros Álvaro García, Gabriel González y Bernardo Valenzuela.

https://soundcloud.com/cristina-quesada-marroquino/leyenda-el-monte-de-las-animas-1

COMENTARIO NARRATIVO "EL MONTE DE LAS ÁNIMAS"



En este comentario de texto narrativo vamos a hablar de la leyenda El Monte de las Ánimas, escrita por Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla, 1836-1870), poeta y narrador español perteneciente al movimiento del Romanticismo, un movimiento cultural y artístico que se desarrolló en Europa y América durante el siglo XIX, y que además, se caracteriza por ser la época en la que más suicidios hubo.

Bécquer, hijo y hermano de pintores, careció de grandes lujos en su vida, pues murió al igual que nació, pobre, y desdichadamente, su infancia fue triste ya que quedó huérfano a los 10 años de edad. Su estilo era posromántico e intimismo, y destaca por sus famosas rimas y leyendas, en las cuales muestra una gran musicalidad, sencillez y sensibilidad en la expresión. Algunas de sus grandes obras son Desde mi celda (1864), Los ojos verdes (1861), El rayo de luna (1862)..., pero como ya he dicho anteriormente, en esta ocasión vamos a hablar de El Monte de las Ánimas.

La obra fue escrita en el Romanticismo, y publicada concretamente el 7 de noviembre de 1861. Se trata de un texto de género narrativo, ya que nos encontramos un narrador que cuenta determinados hechos que les suceden a unos personajes (Alonso y Beatriz, l.70), en un lugar (el monte de las ánimas, l.13) y tiempo determinado (siglo XIX), y da respuesta a qué sucede. En cuanto a subgénero, es una leyenda, pues se trata de una narración popular que cuenta un hecho real o fantástico, adornado con elementos fantásticos del folclore.

El tema principal de la obra es la venganza de los difuntos (por las ironías de Beatriz). Además, también se tratan temas de sociedad.

La historia comienza cuando Alonso y Beatriz, junto a sus padres y pajes, inician el camino hacia la cacería, pero poco antes de que llegue la noche, Alonso decide retirarse a la ciudad, ya que se encuentran en el Monte de las Ánimas y no es un lugar seguro siendo ese día, el día de todos los Santos. Durante el camino, Alonso le cuenta a Beatriz la historia del Monte de las Ánimas, y a pesar de que él lo cuenta con mucha seriedad, Beatriz se lo toma a broma ya que no cree en leyendas ni historias de espíritus. Al llegar a casa, Beatriz le pide a Alonso que vaya a dicho monte a recuperar su banda azul, la cual iba a darle como presente y se le calló en el monte. Finalmente Alonso decide ir al monte, y al pasar las horas y ver que no regresa, Beatriz empieza a alarmarse. Durante esa noche, Beatriz no dejó de oír ruidos, voces que la llamaban, sonidos de las campanas…pero aun así, consiguió dormirse. Al despertar a la mañana siguiente, Beatriz encontró su banda azul llena de sangre, y cuando fueron a comunicarle la muerte de Alonso, despedazado por los lobos, la encontraron a ella muerta también, muerta de horror.
            
        En cuanto a la organización estructural, el texto está formado por 239 líneas (sin contar el título), divididas en 57 párrafos, y está dividido en 4 partes: la introducción, donde Bécquer explica por qué escribió la leyenda, l.1-10; el planteamiento de la historia, cuando Beatriz y Alonso están en el monte de cacería, l.11-63; la progresión o nudo de la historia, cuando Alonso y Beatriz se van a dar los presentes y Alonso va al monte a buscar la banda de Beatriz, l.64-166; y por último, el desenlace, cuando Beatriz encuentra la banda con sangre y muere, y se descubre que Alonso murió a manos de los lobos, l.167-239.
            
           Generalmente estamos ante una estructura normal (introducción, nudo y desenlace), solo que encontramos 2 introducciones. La primera, en la que Bécquer explica por qué escribió la obra, y la segunda, que es la introducción de la obra.

Como elementos lingüísticos característicos de este tipo de textos observamos la abundancia de verbos de acción y movimiento (despertó, l.1, acaeció, l.7, narró, l.28, estalló, l.37, declaró, l.49, perdió, l.63, mordió, l.101, dibujó, l.144, lanzó, l.210…), verbos en presente (he escrito, l.7, estamos, l.13, ignoras, l.20, has venido, l.21, se oye, l.52…), en pretérito perfecto: (fermentó, l.37, llevó, l.44, quedó, l.46, concluyó, l.60, exclamó, l.78, reveló, l.84…) y en pretérito imperfecto: (sentía, l.8, duraba, l.28, llamaban, l.41, miraba, l.71, sujetaba, l.89, pensaba, l.120, crujía, l.146, gemía, l.179…).

Como texto narrativo presenta unos elementos estructurales propios: narrador, personajes y marco (espacio y tiempo). El narrador es la voz que cuenta la historia dentro del relato, en este caso encontramos dos narradores, el primero es el propio autor del texto y lo encontramos en la introducción (“La noche de difuntos me despertó a no sé qué hora…me decidí a escribirla, como en efecto lo hice”, l.1-6),y el segundo es un narrador en 3º persona, lo que podemos comprobar por el uso de verbos en 3º persona (precedían, l.26, reservaban, l.38, llegaban, l.61, referían, l.74, habían, l.182…), objetivo y omnisciente, ya que no solo cuenta lo que ve, sino también lo que sienten y cómo se sienten los personajes (“Yo la oí en el mismo lugar en que acaeció, y la he escrito volviendo algunas veces la cabeza con miedo cuando sentía crujir los cristales de mi balcón…”, l.7-9, “El acento helado con que Beatriz pronunció estas palabras turbó un momento al joven, que después de serenarse dijo con tristeza…”, l.97 y 98).

En cuanto a los personajes, debemos decir que todos son reales, y quizás, podríamos contar a las “ánimas” como elementos fantásticos. Los personajes principales son Alonso y Beatriz, y los secundarios los condes de Borges y Alcudiel, los padres de Alonso y Beatriz, los pajes, los caballeros, los nobles, el rey, las ánimas…, que aunque no son personajes muy destacados, aparecen repetidamente en el texto (ánimas, l.13, 17, 30, 53, 58, 125, caballeros, l.36, 66, el rey, l.48, 129, entre otros). Aunque tanto Beatriz como Alonso son los personajes protagonistas, podríamos decir que en cierto modo, Beatriz es el personaje antagonista, ya que manipula a Alonso, que se deja llevar por el amor, para que vaya al monte de las ánimas y esto da lugar al desenlace trágico de la obra. Ambos son personajes individuales. Alonso es un personaje plano, ya que no evolucionan a lo largo del texto, y Beatriz es un personaje redondo porque pasa de no creer en historias de fantasmas a asustarse por ellos. Los personajes se caracterizan directa e indirectamente; indirectamente cuando el narrador transmite la información (“Los pajes se reunieron en alegres y bulliciosos grupos”, l.24, “Los servidores acababan de levantar los manteles”, l.64), y directamente por el diálogo y el comportamiento de los personajes (“-¡En esa capilla ruinosa! ¡Bah! ¿Quieres asustarme?”, l.19, “-Ese monte que hoy llaman de las Ánimas, pertenecía a los Templarios, cuyo convento ves allí, a la margen del río”, l.30 y 31).

Como último elemento estructural, encontramos el marco (espacio y tiempo). El espacio principal donde se desarrolla la historia es en el monte de las ánimas, un espacio exterior, aunque también las últimas escenas se desarrollan en los aposentos de Beatriz, un espacio interior. En cuanto al tiempo interior, es decir, el tiempo que duran los acontecimientos narrados en la historia, observamos que es de un día entero más el amanecer del siguiente, y en cuanto al tiempo exterior o histórico, es decir, la época o momento en que se sitúa la acción, como ya dijimos anteriormente, es el Romanticismo, siglo XIX (Edad Media).

A continuación vamos a analizar las tipologías textuales empleadas en el texto.           
La tipología principal que encontramos es la narrativa, puesto que estamos antes un texto de carácter narrativo, lo que observamos por el uso de verbos en 1º y 3º persona de acción y movimiento, en presente, pretérito perfecto e imperfecto (los cuales ya hemos mencionado anteriormente).

Otra tipología textual que se da, y que encontramos en gran parte del texto, es la descripción (“su tañido monótono y eterno”, l.2, “Los Templarios eran guerreros y religiosos a la vez”, l.31 y 32, “Los ciervos braman espantados, los lobos aúllan, las culebras dan horrorosos silbidos…”, l.55 y 56, etc.). Observamos el empleo de una serie de elementos lingüísticos propios de la descripción. Por un lado encontramos el abundante uso de sustantivos (tañido, l.2, grupos, l.24, caballos, l.25, Orden, l.36, costumbres, l.80, corte, l.85, pensamiento, l.112, cráneos, l.139, vibraciones, l.177, fuente, l.212…), y por otro lado, el uso de adjetivos, los cuales corresponden a los sustantivos (monótono y eterno, l.2, alegres y bulliciosos, l.24, magníficos, l.25, nueva y poderosa, l.36, toscas y guerreras, l.80,  francesa, l.85, diabólico, l.112, amarillentos, l.139, lentas, sordas, tristísimas, l.177, lejana, l.212…).

También destaca el empleo del diálogo. El narrador deja que sean los personajes los que hagan avanzar la historia a través de sus intervenciones (estilo directo). Para ello se utilizan los guiones (“-¡Tan pronto!”, l.14, “-Ese monte que hoy llaman de las Ánimas, pertenecía a los Templarios…”, l.30, “-Tal vez por la pompa de la corte francesa, donde hasta aquí has vivido”, l.85, “-¡Se ha perdido!, ¿y dónde?”, l.122”). Otro elemento característico del diálogo son los verbos de habla o pensamiento (exclamó, l.78 y 113, contestó, l.93, pronunció, l.97). Además, se usan distintas entonaciones, como por ejemplo la interrogación (“¿Te acuerdas cuando fuimos al templo a dar gracias a Dios…”, l.87-89, “-¿Por qué no?”, l.113, “-¿Te acuerdas de la banda azul que llevé hoy…?”, l.117 y 118) y la exclamación (-Pues…¡se ha perdido!, l.120, “-¡Alonso! ¡Alonso!, l.158, “-¡Bah!, l.199).

Ahora, vamos a analizar las relaciones semánticas que encontramos en el texto. Encontramos una gran variedad de sinónimos, palabras que tienen el mismo significado que otras (difuntos y muertos, l.18 y 53, miedo, horror, terror y temor, l.8, 140, 201 y 217, cadáveres y esqueletos, l.47 y 57, ánimas y espectros, l.58 y 75, hábitos y costumbres, l.80, memoria y recuerdo, l.87 y 110, batalla y combates, l.46 y 130, fosas y tumba, l.140 y 239…) y antónimos, palabras que tienen un significado opuesto a otras (noche y día, l.1 y 12, caballo y yegua, l.5 y 21, amigos y enemigos, l.50, madres e hijos, l.26 y 45, alegres y triste, l.24 y 77, jóvenes y viejas, l.103 y 104, ruidos y silencio, l.194 y 195…).

También podemos ver la repetición de ciertas palabras a lo largo del texto (noche, l.1, 9, 52, 74, 232, campanas, l.2, 18, 106, 137, 165, 177, 214, ciudad, l.12, 33, 37, 61, 128, monte, l.13, 18, 30, 46, 48, 50, 53, 125, 138, 148, 232, ánimas, l.13, 17, 30, 53, 58, 125, 138, 140, 164, 232, capilla, l.19, 53, 235…).

Sobre todo, abundan los campos semánticos, conjunto de palabras con significados relacionados. Tenemos campos semánticos de ciudades (Soria, Castilla y Roma, l.3, 95 y 129), de la religión (Santos, oración, capilla, convento, religiosos, templo, Dios, rezos, iglesia, oratorio, l.13, 17, 19, 31, 32, 88, 172, 182), de animales (caballo, yegua, fieras, lobos, ciervos, culebras, perros l.5, 21, 44, 47, 55, 56,138), de miembros de la familia (hijos, madres, prima, padre, l.26, 45, 78, 91), de partes del cuerpo (labios, cabellera, manos, pie, frente, cabeza, corazón, mejillas, oído, ojos, l. 84, 91, 96, 153, 154, 162, 203), de colores (azules, amarillentos, blancos, l. 72, 139, 141), de nombres (Beatriz, Alonso, Juan, l.26 y 138), entre otros. También abundan las familias léxicas, conjunto de palabras que provienen de una misma palabra primitiva, por lo que todas ellas tienen el mismo lexema o raíz (caballo, caballeros, cabellera, cabellos, l.5, 36, 91, 141; cazadores, caza, cazar, l.12, 38 y 43; fría y friolera, l.83 y 149; triste, tristeza, tristísimas, l.77, 98 y 177; helado y helar, l.96 y 140; alejaba y lejos, l. 160 y 178; terror y aterrada, l.201 y 205…).

También podemos encontrar gran variedad de recursos literarios, como la elipsis (“sea de ello lo que quiera”, l.10, donde se omite la leyenda), el paralelismo (“-¡En el Monte de las Ánimas…en el Monte de las Ánimas!,” l.125 y 126), la comparación (“¿soy yo tan miedosa como esas pobres gentes, cuyo corazón…”, l.200 y 201, “como” es lo que indica la comparación), la metáfora (“Una vez aguijoneada, la imaginación es un caballo que se desboca y al que no sirve tirarle de la rienda”, l.4 y 5) y por último, encontramos la onomatopeya “Bah”, repetida en las líneas 19 y 199.

En cuanto al tipo de oraciones, encontramos la enunciativa (“Los pajes se reunieron en alegres y bulliciosos grupos…”, l.24, “Mientras duraba el camino, Alonso narró en estos términos la prometida historia”, l.28 y 29), la imperativa (“-Atad los perros; haced la señal con las trompas para que se reúnan los cazadores, y demos la vuelta a la ciudad”, l.11 y 12), las oraciones interrogativas (“¿Quieres asustarme?”, l.19, “¿Lo quieres?”, l.92, “¿Quieres aceptar el mío?”, l.100) y las oraciones exclamativas (“¡En esa capilla ruinosa!”, l.19, “¡Qué locura! ¡Ir ahora al monte por semejante friolera!”, l.148 y 149…).

Para concluir, vamos a hablar de las funciones del lenguaje que se dan en el texto. La función del lenguaje que predomina es la informativa (“Los pajes se reunieron en alegres y bulliciosos grupos…la comitiva a bastante distancia”, l.24-27, “Los servidores acababan de levantar los manteles; la alta chimenea gótica…azotaba los emplomados vidrios de las ojivas del salón”, l.64-68). Otras funciones que se dan son la expresiva (“-¡En esa capilla ruinosa! ¡Bah! ¿Quieres asustarme?, l.19, “¿A qué ocultártelo?, tengo miedo”, l.137), la poética (“Una vez aguijoneada, la imaginación es un caballo que se desboca y al que no sirve tirarle de la rienda, l.4 y 5) y la apelativa (“¡Tan pronto!, l.14, “¡Alonso! ¡Alonso!, l.158).

          Tras analizar detenidamente el texto, podemos comprobar que sí se trata de un texto narrativo ya que cumple todos los requisitos propios de este tipo de textos.