miércoles, 20 de junio de 2018
BLOGS PERSONALES DE MIS COMPAÑEROS
CHICHU - Letras
JESÚS - Letras
BERNARDO - Letras
SILVIA - Letras
GABRIEL - Letras
LAURA - Letras
NOELIA - Letras
ISMAEL - Letras
ÁLVARO - Letras
CRISTÓBAL - Letras
JOSÉ - Ciencias
INMA - Ciencias
ALBA - Ciencias
NIEVES - Ciencias
TERESA - Ciencias
JUAN MARÍA - Ciencias
MANUEL - Ciencias
RAMÓN - Ciencias
SARA - Módulos
IRENE HERRERA - Módulos
ELENA - Módulos
TATY - Módulos
IRENE PÉREZ - Módulos
MANU - Módulos
MERCEDES - Módulos
MANUEL LIÉTOR - Módulos
JOSE MIGUEL - Módulos
IVÁN - Módulos
sábado, 16 de junio de 2018
viernes, 8 de junio de 2018
lunes, 4 de junio de 2018
lunes, 28 de mayo de 2018
sábado, 26 de mayo de 2018
martes, 22 de mayo de 2018
COMENTARIO CRÍTICO "AMOR Y MUERTE"
“Noches
Lúgubres” es un texto en el que no hay intención didáctica, todo lo que
encontramos son sentimientos, en especial, el amor y la muerte. La obra parte cuando
un desdichado hombre acude al cementerio para desenterrar a su fallecida amada,
para llevársela a casa y suicidarse junto a ella. En esa época se encuentra la idea del amor más
allá de la muerte, ya que la muerte no resultaba un impedimento para seguir
amando. Esto llevaba a que el hombre, tras sufrir de amor por la pérdida de su
amada, prefiriese suicidarse para ir junto a ella, antes que seguir viviendo en
un mundo lleno de dolor. Así pues, el romanticismo es la época en la que más
suicidios ha habido, pues casi todos los jóvenes acababan muriendo
trágicamente.
En la
actualidad, tenemos otra forma de afrontar estos problemas y, por suerte, el número
de suicidios se ha reducido considerablemente. Es cierto que perder a una persona
importante en tu vida es algo que cuesta mucho superar, pero se supera, con la
ayuda del amor que te pueden brindar otras personas que aún siguen estando a tu
lado. Quizás esto suene incomprensible para algunas personas que acaban de
perder a alguien especial, pero el perder a una persona, no significa perderlo
todo, siempre te quedará alguien o algo más por lo que seguir adelante. En
estos casos, en los que no sabemos ver más allá de los problemas que tenemos y
de nuestro sufrimiento, es cuando necesitamos a alguien que nos haga ver que no
todo es tan malo como pensamos, que aunque no estemos pasando por buenos
momentos, siempre hay alguien que lo está pasando peor que nosotros.
¿De
verdad pensáis que acabar con vuestra vida es la mejor forma de solucionar los
problemas? Déjame decirte, querido lector, que no, que tomar el camino fácil es
de cobardes, y esta vida está hecha para valientes. Igual que hay personas que
se van, también hay otras personas maravillosas que entran a nuestra vida, y
tenemos que estar abiertos a ellas, abiertos a brindar amor a alguien más y
estar dispuestos a recibirlo. No es bueno aferrarnos a quien no va a volver, y
por aceptar a alguien más, no traicionas a esa persona que se fue. Es ley de
vida, unos se marchan y otros llegan para quedarse.
jueves, 19 de abril de 2018
COMENTARIO CRÍTICO "CELOS"
CELOS: ¿AMOR O POSESIÓN?
Desde hace mucho tiempo, y a día de hoy, todavía hay personas que consideran los celos como algo bueno en una relación, y que se excusan bajo los típicos “tiene celos por miedo a perderme” o “es normal que sea celoso porque me quiere solo para él”. Pero, ¿realmente creéis que los celos son parte del amor? ¿Qué son buenos?
Al principio puede parecer que sí, que los celos son pruebas de amor y que reflejan el miedo a perder a una persona. Bajo mi punto de vista, no son malos mientras se tiene control sobre ellos, es decir, son “buenos” hasta cierto punto. ¿Cuál es el problema? Que no todas las personas tienen un límite, ni tienen control sobre ellos, y esto, muchas veces, ocasiona que los celos lleven a la posesión, a querer controlar a tu pareja, a atarla a ti. Y lo peor de todo, es que esas personas no son capaces de reaccionar y cambiar su comportamiento, de ahí que muchas relaciones acaben llegando a su final.
Si comparamos las relaciones de hoy en día con las de antiguamente, podemos ver que han dado un cambio radical. Seguramente la mayoría de vuestros abuelos os podrán asegurar que llevan con su pareja toda la vida, desde niños hasta ancianos, pues hace años esto era muy común. Sin embargo, actualmente, cuesta mucho encontrar parejas estables y que no se rompan al cabo de unos meses. Quizá por desigualdades o por desamor, pero también los celos y la posesión es un factor que no podemos descartar.
Y la cuestión es… ¿por qué sentimos celos? Es cierto que a veces, por circunstancias de la vida, es inevitable sentir celos, pero también hay veces en que los sentimos sin tener motivo alguno. Con lo fácil que es confiar en tu pareja, y con los problemas que la confianza puede evitar, es una pena que no todas las parejas la sientan. Tal vez, muchas personas deberían aprender que el amor es libertad, no posesión. Es mucho más bonito dar espacio y libertad a tu pareja, y que ella esté a tu lado por decisión propia, que tener que recurrir a la posesión para mantenerla a tu lado. Creedme, si vuestra pareja os quiere realmente, os va a respetar y pudiendo marcharse, siempre va a querer volver a vosotros, estar a vuestro lado. Y si no lo hace, quizá sea ese el momento de pasar página, pero nunca, querido lector, te dejes llevar por los celos, porque en la mayoría de los casos no demuestran amor, sino posesión.
viernes, 13 de abril de 2018
NOTAS CORNELL REALISMO Y NATURALISMO
REALISMO Y NATURALISMO
-Realismo y Naturalismo (2º mitad siglo XIX): destaca por
la revolución de 1868, (La Gloriosa)
-Surge a causa del deterioro social, político y económico
de España.
-Tras la expulsión de Isabel II, pasa al trono Amadeo I de
Saboya (1871-1873).
-Surge 1º República (1873), duró un año por el descontento
de la sociedad.
-Vuelve la Monarquía a mano de Alfonso XII (1875-1885).
Muere, Alfonso XIII no puede gobernar por ser menor de edad.
-Regencias María Cristina, hasta 1902.
-Sociedad:
+La burguesía capitalista: se
consolida y pasa a ser más conservadora.
-Movimientos obreros: surgen
con la publicación del Manifiesto Marxista (1848).
-Pensamiento: 4 corrientes filosóficas:
+Positivismo: solo acepta como
verdadero lo que se descubre por la observación rigurosa y la experimentación.
+Determinismo: se centra en la
idea de que el destino del hombre está marcado genéticamente y por el medio
social en el que está.
+Krausismo: no acepta el
autoritarismo. Se dedica a estudiar la esencia de cada nacionalidad.
+Marxismo: 1º movimiento
obrero que aboga por la lucha de clases y la revolución obrera para acabar con
el modelo socioeconómico burgués.
CARACTERÍSTICAS LITERARIAS REALISMO Y
NATURALISMO
Realismo:
-Intenta reflejar la realidad
con exactitud y objetividad imitando el método científico.
-Novela verosímil - se
consigue con la descripción de los ambientes y el carácter psicológico de los
personajes
-Reaparece la idea de un
arte útil – contribuir con el cambio de la sociedad, acabar con las lacras
sociales.
-Novelista omnisciente, con
sus comentarios intenta influir en la opinión del lector / Cronista –
desaparece.
-Los personajes pertenecen a
la burguesía.
-Estilo natural - lenguaje
coloquial que se adapta a cada personaje.
Naturalismo:
-Corriente iniciada en
Francia por el novelista Émile Zola.
-Basada en los métodos de
las ciencias experimentales y en el determinismo – el comportamiento de los
personajes está fijado por problemas físicos y psíquicos hereditarios o sociales.
-Novelas extensas y de poca
acción.
-Descripciones objetivas y
minuciosas - se muestran las condiciones de vida del proletariado.
-Preferencia de personajes
colectivos - representan grupos sociales como los obreros, la mina
-Personajes individuales con
malformaciones físicas o taras psíquicas.
-Léxico científico
acompañado de jergas, dialectalismos, y un lenguaje popular y coloquial que se
adapta a cualquier tipo de personaje.
ESCRITORES
-Pérez Galdós: escritor –
comenzó con derecho y descubrió que su verdadera vocación era escribir.
-32 novelas, 46 episodios
nacionales, 24 obras de teatro y una gran variedad de prólogos, artículos y
cuentos.
-Uno de los escritores más
representativos de este periodo.
-Creía en el principio
ilustrado - la literatura se podía modernizar a la sociedad - la educación era
el principal motor para que el país pudiese avanzar.
-A pesar de las críticas que
recibió por parte de los escritores del 98, puso el germen de muchas de las
preocupaciones que se darían en esta generación.
Naturalismo de Galdós:
-Sus obras no muestran el
pesimismo ni los aspectos más sórdidos de la sociedad.
-Se demuestra cómo la herencia y el ambiente
intervienen en la conducta humana, al igual que el azar, la voluntad y los
ideales.
-El estilo destaca por su
lenta acción.
-Numerosas digresiones y
descripciones minuciosas.
-Narrador omnisciente y
subjetivo, nos muestra lo que sienten los personajes, y nos cuenta con humor
sus comportamientos.
-Caracterización psicológica
indirecta que se muestra mediante diálogos, monólogos interiores, sueños…
-Se utilizan varios niveles
de la lengua y registros en función de cada personaje.
-Leopoldo Alas Clarín: empezó estudiando derecho y terminó
siendo escritor.
-Intelectual de ideas liberales - denuncia la injusticia y
la corrupción política de la Restauración monárquica.
-En sus obras se muestra crítico hacia los defectos de la
burguesía.
-Obra más destacada: La Regenta - se utiliza la técnica del
análisis psicológico adaptado a los personajes principales.
-Distribuida en dos partes: 15 primeros capítulos que
destacan por su descripción - narrador omnisciente que nos cuenta cómo es la
ciudad y cómo son sus habitantes - refleja la complejidad psicológica de éstos
/ 15 capítulos que destacan por su narración - se desenvuelven los
acontecimientos que llevan a un final devastador - la protagonista se desmaya
al ser despreciada por todos los sectores sociales.
Temas: La herencia familiar, la frustración y la sociedad -
determinan la actitud de los personajes.
lunes, 19 de marzo de 2018
SOUNDCLOUD "EL MONTE DE LAS ÁNIMAS"
Enlace a Souncloud a la recitación de la leyenda "El Monte de las Ánimas", junto a mis compañeros Álvaro García, Gabriel González y Bernardo Valenzuela.
https://soundcloud.com/cristina-quesada-marroquino/leyenda-el-monte-de-las-animas-1
COMENTARIO NARRATIVO "EL MONTE DE LAS ÁNIMAS"
En
este comentario de texto narrativo vamos a hablar de la leyenda El Monte de las Ánimas, escrita por
Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla, 1836-1870), poeta y narrador español
perteneciente al movimiento del Romanticismo, un movimiento cultural y
artístico que se desarrolló en Europa y América durante el siglo XIX, y que
además, se caracteriza por ser la época en la que más suicidios hubo.
Bécquer,
hijo y hermano de pintores, careció de grandes lujos en su vida, pues murió al
igual que nació, pobre, y desdichadamente, su infancia fue triste ya que quedó
huérfano a los 10 años de edad. Su estilo era posromántico e intimismo, y destaca
por sus famosas rimas y leyendas, en las cuales muestra una gran musicalidad,
sencillez y sensibilidad en la expresión. Algunas de sus grandes obras son Desde mi celda (1864), Los ojos verdes (1861), El rayo de luna (1862)..., pero como ya
he dicho anteriormente, en esta ocasión vamos a hablar de El Monte de las Ánimas.
La
obra fue escrita en el Romanticismo, y publicada concretamente el 7 de
noviembre de 1861. Se trata de un texto de género narrativo, ya que nos encontramos
un narrador que cuenta determinados hechos que les suceden a unos personajes
(Alonso y Beatriz, l.70), en un lugar (el monte de las ánimas, l.13) y tiempo
determinado (siglo XIX), y da respuesta a qué sucede. En cuanto a subgénero, es
una leyenda, pues se trata de una narración popular que cuenta un hecho real o
fantástico, adornado con elementos fantásticos del folclore.
El
tema principal de la obra es la venganza de los difuntos (por las ironías de
Beatriz). Además, también se tratan temas de sociedad.
La
historia comienza cuando Alonso y Beatriz, junto a sus padres y pajes, inician
el camino hacia la cacería, pero poco antes de que llegue la noche, Alonso
decide retirarse a la ciudad, ya que se encuentran en el Monte de las Ánimas y
no es un lugar seguro siendo ese día, el día de todos los Santos. Durante el
camino, Alonso le cuenta a Beatriz la historia del Monte de las Ánimas, y a
pesar de que él lo cuenta con mucha seriedad, Beatriz se lo toma a broma ya que
no cree en leyendas ni historias de espíritus. Al llegar a casa, Beatriz le
pide a Alonso que vaya a dicho monte a recuperar su banda azul, la cual iba a
darle como presente y se le calló en el monte. Finalmente Alonso decide ir al
monte, y al pasar las horas y ver que no regresa, Beatriz empieza a alarmarse.
Durante esa noche, Beatriz no dejó de oír ruidos, voces que la llamaban,
sonidos de las campanas…pero aun así, consiguió dormirse. Al despertar a la
mañana siguiente, Beatriz encontró su banda azul llena de sangre, y cuando
fueron a comunicarle la muerte de Alonso, despedazado por los lobos, la
encontraron a ella muerta también, muerta de horror.
En cuanto a la organización
estructural, el texto está formado por 239 líneas (sin contar el título),
divididas en 57 párrafos, y está dividido en 4 partes: la introducción, donde
Bécquer explica por qué escribió la leyenda, l.1-10; el planteamiento de la historia,
cuando Beatriz y Alonso están en el monte de cacería, l.11-63; la progresión o
nudo de la historia, cuando Alonso y Beatriz se van a dar los presentes y Alonso
va al monte a buscar la banda de Beatriz, l.64-166; y por último, el desenlace,
cuando Beatriz encuentra la banda con sangre y muere, y se descubre que Alonso
murió a manos de los lobos, l.167-239.
Generalmente estamos ante una
estructura normal (introducción, nudo y desenlace), solo que encontramos 2
introducciones. La primera, en la que Bécquer explica por qué escribió la obra,
y la segunda, que es la introducción de la obra.
Como
elementos lingüísticos característicos de este tipo de textos observamos la
abundancia de verbos de acción y movimiento (despertó, l.1, acaeció, l.7,
narró, l.28, estalló, l.37, declaró, l.49, perdió, l.63, mordió, l.101, dibujó,
l.144, lanzó, l.210…), verbos en presente (he escrito, l.7, estamos, l.13,
ignoras, l.20, has venido, l.21, se oye, l.52…), en pretérito perfecto:
(fermentó, l.37, llevó, l.44, quedó, l.46, concluyó, l.60, exclamó, l.78,
reveló, l.84…) y en pretérito imperfecto: (sentía, l.8, duraba, l.28, llamaban,
l.41, miraba, l.71, sujetaba, l.89, pensaba, l.120, crujía, l.146, gemía,
l.179…).
Como texto narrativo presenta unos elementos estructurales
propios: narrador, personajes y marco (espacio y tiempo). El narrador es la voz
que cuenta la historia dentro del relato, en este caso encontramos dos
narradores, el primero es el propio autor del texto y lo encontramos en la
introducción (“La noche de difuntos me despertó a no sé qué hora…me decidí a
escribirla, como en efecto lo hice”, l.1-6),y el segundo es un narrador en 3º
persona, lo que podemos comprobar por el uso de verbos en 3º persona
(precedían, l.26, reservaban, l.38, llegaban, l.61, referían, l.74, habían,
l.182…), objetivo y omnisciente, ya que no solo cuenta lo que ve, sino también
lo que sienten y cómo se sienten los personajes (“Yo la oí en el mismo lugar en
que acaeció, y la he escrito volviendo algunas veces la cabeza con miedo cuando
sentía crujir los cristales de mi balcón…”, l.7-9, “El acento helado con que
Beatriz pronunció estas palabras turbó un momento al joven, que después de
serenarse dijo con tristeza…”, l.97 y 98).
En cuanto a los personajes, debemos decir que todos son reales,
y quizás, podríamos contar a las “ánimas” como elementos fantásticos. Los
personajes principales son Alonso y Beatriz, y los secundarios los condes de
Borges y Alcudiel, los padres de Alonso y Beatriz, los pajes, los caballeros,
los nobles, el rey, las ánimas…, que aunque no son personajes muy destacados,
aparecen repetidamente en el texto (ánimas, l.13, 17, 30, 53, 58, 125,
caballeros, l.36, 66, el rey, l.48, 129, entre otros). Aunque tanto Beatriz
como Alonso son los personajes protagonistas, podríamos decir que en cierto
modo, Beatriz es el personaje antagonista, ya que manipula a Alonso, que se
deja llevar por el amor, para que vaya al monte de las ánimas y esto da lugar
al desenlace trágico de la obra. Ambos son personajes individuales. Alonso es
un personaje plano, ya que no evolucionan a lo largo del texto, y Beatriz es un
personaje redondo porque pasa de no creer en historias de fantasmas a asustarse
por ellos. Los personajes se caracterizan directa e indirectamente; indirectamente
cuando el narrador transmite la información (“Los pajes se reunieron en alegres
y bulliciosos grupos”, l.24, “Los servidores acababan de levantar los
manteles”, l.64), y directamente por el diálogo y el comportamiento de los
personajes (“-¡En esa capilla ruinosa! ¡Bah! ¿Quieres asustarme?”, l.19, “-Ese
monte que hoy llaman de las Ánimas, pertenecía a los Templarios, cuyo convento
ves allí, a la margen del río”, l.30 y 31).
Como último elemento estructural, encontramos el marco
(espacio y tiempo). El espacio principal donde se desarrolla la historia es en
el monte de las ánimas, un espacio exterior, aunque también las últimas escenas
se desarrollan en los aposentos de Beatriz, un espacio interior. En cuanto al
tiempo interior, es decir, el tiempo que duran los acontecimientos narrados en
la historia, observamos que es de un día entero más el amanecer del siguiente,
y en cuanto al tiempo exterior o histórico, es decir, la época o momento en que
se sitúa la acción, como ya dijimos anteriormente, es el Romanticismo, siglo
XIX (Edad Media).
A
continuación vamos a analizar las tipologías textuales empleadas en el texto.
La tipología principal que encontramos
es la narrativa, puesto que estamos antes un texto de carácter narrativo, lo
que observamos por el uso de verbos en 1º y 3º persona de acción y movimiento,
en presente, pretérito perfecto e imperfecto (los cuales ya hemos mencionado
anteriormente).
Otra
tipología textual que se da, y que encontramos en gran parte del texto, es la
descripción (“su tañido monótono y eterno”, l.2, “Los Templarios eran guerreros
y religiosos a la vez”, l.31 y 32, “Los ciervos braman espantados, los lobos
aúllan, las culebras dan horrorosos silbidos…”, l.55 y 56, etc.). Observamos el
empleo de una serie de elementos lingüísticos propios de la descripción. Por un
lado encontramos el abundante uso de sustantivos (tañido, l.2, grupos, l.24,
caballos, l.25, Orden, l.36, costumbres, l.80, corte, l.85, pensamiento, l.112,
cráneos, l.139, vibraciones, l.177, fuente, l.212…), y por otro lado, el uso de
adjetivos, los cuales corresponden a los sustantivos (monótono y eterno, l.2,
alegres y bulliciosos, l.24, magníficos, l.25, nueva y poderosa, l.36, toscas y
guerreras, l.80, francesa, l.85,
diabólico, l.112, amarillentos, l.139, lentas, sordas, tristísimas, l.177,
lejana, l.212…).
También
destaca el empleo del diálogo. El narrador deja que sean los personajes los que
hagan avanzar la historia a través de sus intervenciones (estilo directo). Para
ello se utilizan los guiones (“-¡Tan pronto!”, l.14, “-Ese monte que hoy llaman
de las Ánimas, pertenecía a los Templarios…”, l.30, “-Tal vez por la pompa de
la corte francesa, donde hasta aquí has vivido”, l.85, “-¡Se ha perdido!, ¿y
dónde?”, l.122”). Otro elemento característico del diálogo son los verbos de
habla o pensamiento (exclamó, l.78 y 113, contestó, l.93, pronunció, l.97).
Además, se usan distintas entonaciones, como por ejemplo la interrogación (“¿Te
acuerdas cuando fuimos al templo a dar gracias a Dios…”, l.87-89, “-¿Por qué
no?”, l.113, “-¿Te acuerdas de la banda azul que llevé hoy…?”, l.117 y 118) y
la exclamación (-Pues…¡se ha perdido!, l.120, “-¡Alonso! ¡Alonso!, l.158,
“-¡Bah!, l.199).
Ahora,
vamos a analizar las relaciones semánticas que encontramos en el texto.
Encontramos una gran variedad de sinónimos, palabras que tienen el mismo
significado que otras (difuntos y muertos, l.18 y 53, miedo, horror, terror y
temor, l.8, 140, 201 y 217, cadáveres y esqueletos, l.47 y 57, ánimas y
espectros, l.58 y 75, hábitos y costumbres, l.80, memoria y recuerdo, l.87 y
110, batalla y combates, l.46 y 130, fosas y tumba, l.140 y 239…) y antónimos,
palabras que tienen un significado opuesto a otras (noche y día, l.1 y 12,
caballo y yegua, l.5 y 21, amigos y enemigos, l.50, madres e hijos, l.26 y 45,
alegres y triste, l.24 y 77, jóvenes y viejas, l.103 y 104, ruidos y silencio,
l.194 y 195…).
También
podemos ver la repetición de ciertas palabras a lo largo del texto (noche, l.1,
9, 52, 74, 232, campanas, l.2, 18, 106, 137, 165, 177, 214, ciudad, l.12, 33,
37, 61, 128, monte, l.13, 18, 30, 46, 48, 50, 53, 125, 138, 148, 232, ánimas,
l.13, 17, 30, 53, 58, 125, 138, 140, 164, 232, capilla, l.19, 53, 235…).
Sobre
todo, abundan los campos semánticos, conjunto de
palabras con significados relacionados. Tenemos campos semánticos de ciudades
(Soria, Castilla y Roma, l.3, 95 y 129), de la religión (Santos, oración,
capilla, convento, religiosos, templo, Dios, rezos, iglesia, oratorio, l.13,
17, 19, 31, 32, 88, 172, 182), de animales (caballo, yegua, fieras, lobos,
ciervos, culebras, perros l.5, 21, 44, 47, 55, 56,138), de miembros de la
familia (hijos, madres, prima, padre, l.26, 45, 78, 91), de partes del cuerpo
(labios, cabellera, manos, pie, frente, cabeza, corazón, mejillas, oído, ojos,
l. 84, 91, 96, 153, 154, 162, 203), de colores (azules, amarillentos, blancos,
l. 72, 139, 141), de nombres (Beatriz, Alonso, Juan, l.26 y 138), entre otros.
También abundan las familias léxicas, conjunto de palabras que provienen de una
misma palabra primitiva, por lo que todas ellas tienen el mismo lexema o raíz (caballo,
caballeros, cabellera, cabellos, l.5, 36, 91, 141; cazadores, caza, cazar,
l.12, 38 y 43; fría y friolera, l.83 y 149; triste, tristeza, tristísimas,
l.77, 98 y 177; helado y helar, l.96 y 140; alejaba y lejos, l. 160 y 178;
terror y aterrada, l.201 y 205…).
También podemos encontrar gran variedad de recursos
literarios, como la elipsis (“sea de ello lo que quiera”, l.10, donde se omite
la leyenda), el paralelismo (“-¡En el Monte de las Ánimas…en el Monte de las
Ánimas!,” l.125 y 126), la comparación (“¿soy yo tan miedosa como esas pobres
gentes, cuyo corazón…”, l.200 y 201, “como” es lo que indica la comparación), la
metáfora (“Una vez aguijoneada, la imaginación es un caballo que se desboca y
al que no sirve tirarle de la rienda”, l.4 y 5) y por último, encontramos la
onomatopeya “Bah”, repetida en las líneas 19 y 199.
En cuanto al tipo de oraciones, encontramos la enunciativa
(“Los pajes se reunieron en alegres y bulliciosos grupos…”, l.24, “Mientras
duraba el camino, Alonso narró en estos términos la prometida historia”, l.28 y
29), la imperativa (“-Atad los perros; haced la señal con las trompas para que
se reúnan los cazadores, y demos la vuelta a la ciudad”, l.11 y 12), las
oraciones interrogativas (“¿Quieres asustarme?”, l.19, “¿Lo quieres?”, l.92,
“¿Quieres aceptar el mío?”, l.100) y las oraciones exclamativas (“¡En esa
capilla ruinosa!”, l.19, “¡Qué locura! ¡Ir ahora al monte por semejante
friolera!”, l.148 y 149…).
Para concluir, vamos a hablar de las funciones del lenguaje
que se dan en el texto. La función del lenguaje que predomina es la informativa
(“Los pajes se reunieron en alegres y bulliciosos grupos…la comitiva a bastante
distancia”, l.24-27, “Los servidores acababan de levantar los manteles; la alta
chimenea gótica…azotaba los emplomados vidrios de las ojivas del salón”,
l.64-68). Otras funciones que se dan son la expresiva (“-¡En esa capilla
ruinosa! ¡Bah! ¿Quieres asustarme?, l.19, “¿A qué ocultártelo?, tengo miedo”,
l.137), la poética (“Una vez aguijoneada, la imaginación es un caballo que se
desboca y al que no sirve tirarle de la rienda, l.4 y 5) y la apelativa (“¡Tan
pronto!, l.14, “¡Alonso! ¡Alonso!, l.158).
Tras analizar
detenidamente el texto, podemos comprobar que sí se trata de un texto narrativo
ya que cumple todos los requisitos propios de este tipo de textos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)